domingo, 9 de enero de 2011

9 de enero

Domingo, tan domingo.

Ayer tampoco pude dormir.

Hoy me levanté tarde, por ende. Y no hice demasiado mucho.

Vino la tía, resolví algunas cosas. Me junté con  Sergio que quiere ver si lo ayudo a remontar la empresa de eventos en el pueblo.

Llevamos al viejo a tomar el micro para irse de vacaciones. Va autorizado por el médico, porque supuestamente el agua de mar puede curarle la piel, y el despejarse e irse lejos de mamá tranquilizarle la cabeza.

Hoy averigué sobre un lugar de ayuda al esquizofrénico y su familia. Mañana voy a ir.
Un intento más. Un hospital más. Un pedido desesperado de ayuda para sumar a la lista.

Pero

Creo que tengo miedo de averiguar.
Creo que me da cosa que lo que por un lado se ha convertido en sueño, en utopía, que es que él se cure, por el otro me aterroriza.

Porque se que si puedo comprobar que papá es esquizo y que por eso se justifica el infierno que nos ha hecho vivir los últimos años puedo manejar mucho más los sentimientos

que si al finalizar todo esto la respuesta es que

no es esquizo, sino un hijo de puta.


(Una fina la nena).


TW

No hay comentarios:

Publicar un comentario