lunes, 24 de enero de 2011

24 de Enero ¿Qué hacés cuando no podés?

Hoy papá me cocinó. Me hizo un bruto bife a la plancha y una ensalada, y me atendió como una reina.
En su casa llena de mugre, y olor a feo, y tristeza, y abandono.

Hoy mi papá me cocinó, y me atendió por un rato, y le solucioné algunos temas, y jugué por un instante a creer que él me ayudaba en algo a mi, y a disfrutar ese bife al horno como el mejor regalo que el universo podía darme ese día.

Como los libros de historia que me regaló el otro día. El primer regalo en 27 años que compró él, en cambio de que compre mi mamá y le de para que me los regale en su nombre.

Y me retuerzo la cabeza pensando cómo cuernos puedo ayudarlo, cómo hacerle frente a ese fantasma llamado esquizofrenia intentando así mejorar las cosas para él e indirectamente, para la vida de todos.

Y pienso, y pienso, pero la respuesta es la misma: O él decide querer ayudarse o nadie puede cooperar con nada. Y él está lo suficientemente enfermo como para aceptar que necesita ayuda.  Y la única opción que me queda es -en contra de toda la familia- denunciarlo y declararlo insano, para que un perito vaya a la casa, y lo fuerze a hacerse ver, y lo internen por un tiempo, y él quede en manos de un juez como su "curador" para luego declararle otro curador y que todas las responsabilidades sobre su persona pasen a manos de alguien que se designe. En ese momento queda dependiente de su curador para siempre, porque es muy dificil volver atrás la declaración de insanía.

Hay veces que, realmente... no se qué hacer. Y hay veces en que un churrasco es la mejor comida que comiste en tu vida.

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