lunes, 17 de enero de 2011

17 de Enero ¿A dónde vas?

Hace un mes y medio había pedido un turno con esa médica que tanto necesitaba. El domingo, una vez más, no pude dormir a la noche, y hoy me levanté, como corresponde, al mediodía, descompaginando el día y perdiéndome el turno.

Me da mucha bronca contra mi cuando no puedo dormir de noche, y pasa lo que repetí en la rutina noctámbula del otro post.

A la tarde fui a conseguir los libros para estudiar, caminé abundante, recorrí Once buscando las cosas que me había pedido mamá, y pensé que le voy a hacer una carta y a firmar la paz familiar de una vez por todas.

Ya fue... no puedo seguir teniendo conflictos con mi hermano como si fuera una adolescente. Esta bien que con él no se puede hablar, y el lo reconoce. Pero por demasiado ha pasado ya la vieja como para que yo no se la simplifique un poco.  Si yo no me comporto como una pendeja en ningún otro aspecto de mi vida, sería hora que junte fuerzas y vuelva a ser el apoyo de mamá. Se lo merece. Ella si que no cayó, a pesar de todo.

Así que le voy a escribir la carta, y mañana que tengo que ir al pueblo por el médico le llevo todo y chau. Y si hay que bajarse los pantalones frente a Santiago, y saludarlo aunque te ponga la cara, y callarte mientras te insulta... la vieja lo vale.

Hoy fui al super. Ahora en un rato empieza el programa de mediquitos, que me hace soñar con mi futura carrera. Digamos que casi lo único que me motiva luego de este impás paralizante pos crisis política.

Besos,

TW

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