domingo, 27 de marzo de 2011

27 de marzo - Por 4 días locos

Hoy me levanté un poco menos temprano de lo que hubiera debido y luego de bañarme bajé a desayunar. Leí, seguí leyendo, y me pareció desesperante que esas  30 hojas parezcan nunca terminar. Y aún faltan otras 10 más, pero son esos textos TAN difíciles que cada párrafo es una victoria.

Vinieron Luly y Santiago a almorzar (bueno, digamos que Luly se la pasa acá... no se despegan medio segundo) y luego me fui al hospital.
A papá le sangraba la cabeza, se le rompió el suero y le empapó la cama, así que cambié la ropa de cama y le curé la herida.

Luego volví, tomé mates con mamá y seguí leyendo, haciendo ejercicios...

Intenté arreglar con Martina para hacer algo pero obviamente tenía todo su domingo resuelto.

Ahora espero a cenar y luego cuando Santiago se vaya para capital me va a dejar en casa, vaya  saber a qué hora pero al menos no  cargo los 10 kilos de peso que me traje cuando vine en la espalda.

Hoy en mi puta manía reflexiva me daba cuenta... le ponía nombre... llamaba a palabras a mi realidad y a lo que me pasa. Hoy puse mi sentir en una pregunta: ¿Qué hace la gente con su tiempo libre? ¿Qué hago cuando no hago nada? ¿Y cómo se hace para no hacer nada?

Yo pienso que un estudiante NUNCA no tiene nada que hacer. Siempre vas a tener algo que leer o estudiar, y más yo donde estudio y qué estudio. Pero ponele que no lo hiciera. ¿Qué hago?

Y se que suena horrible, que es una pregunta muy "mi-ex-mundo", pero cuando digo que la racionalicé y la historicé convengamos que durante los últimos 8 años mi vida se tradujo en trabajar entre 8 y 14 horas, viajar el resto y dormir cuando se pudiera. 

Digamos que durante 8 años no tuve tiempo libre, no había, no existía. Los findes también se trabajaba, o se viajaba, o se estaba en algún otro país, o se intentaba zafar un parcial para la facultad. 

Digamos que cuando empecé con esa vida, el momento inmediato anterior, era una chica de teatro, ensayos, facultad y amigas. Luego dejé teatro, dejé de frecuentar a mis viejos amigos, descuidé la facultad y construí lo que los que me conocen llaman "una carrera maratónica" que no concuerda con el tiempo pero que puede justificarse por esta cuestión que ahora me hace no saber qué se hace con el tiempo libre, qué me gusta, qué actividad prefiero o con quién compartirla.

Y se que la pregunta estuvo buena, pero que se yo. Hoy me puso triste porque cerró un fin de semana larguísimo en que solamente estudié y pasé mis horas recibiendo basureadas al lado de una cama de hospital.

Besos,

TW

viernes, 18 de marzo de 2011

18 de Marzo




Hoy a la mañana fui al Instituto, y tuve una de las primeras clases técnicas. Me traje todos los apuntes y me fui a Sociales a conseguir los de la carrera, también.

Me queda un finde de leer y leer, pero estoy contenta con eso. Nunca arranqué ni siquiera un cuatri tan aplicada, así que tengo ganas de que funcione.

Al volver a casa dormí una siesta porque realmente estaba muy cansada y al levantarme me puse a ordenar, limpiar y dejar las cosas prontas para luego irme al pueblo a ver a los viejos.

Hablamos con Santi y como él iba a irse para allá también acordamos de hacerlo juntos en el auto. La vieja lo llamó diciéndole que había 5 kilómetros de cola en la Panamericana y entonces decidimos salir más tarde.

Me dijo de ir a comer un sanguchito de Bondiola por su casa, pero como iba a haber mucha gente lo convencí de que venga a conocer el departamento.

La verdad es que no se cuándo pasó, pero me he vuelto una gran coleccionadora de momentos bellos. A diferencia de la gente que dice que no sabe valorar un momento lindo cuando lo tiene enfrente, yo pienso que después de pasar por tanto, me aferro como desesperada a cada situación en la que la vida se pone bella y siento en cada partecita de mi ser, y agradezco a Dios, a la vida o al Universo.

Y eso pasó ayer. Luego de momentos en los que ambos, Santi y yo, pensamos que nunca más íbamos a hablarnos, en los que vimos roto todo lo que podía haber entre nosotros, en los que sentíamos que no teníamos más hermano y la relación era insalvable, pasó ayer a la noche.

Ayer a la noche mi hermano vino a conocer mi departamento, fuimos a comprar sanguchitos de parrilla, me contó todo lo que estaba pasando con Luly, le conté de mi comienzo de año. Pasamos por su casa a buscar ropa, vinimos para el pueblo. Y le charlé de mi imposibilidad de oir algunas palabras y seguir comiendo, me sorprendió diciendo que le pasaba lo mismo.  Manejó tranquilo hasta llegar a nuestro lugar de origen. Me dijo si no quería pasar con él por la casa de sus amigos, nos fuimos a verlos y disfruté de esa banda a la que no veía desde hacía tanto. No quería irse a dormir y me dijo de ir a un bar, y nos fuimos. Y aprendí el sentido de pasar horas "tomando algo". Y se puso triste, y se le llenaron los ojos de lágrimas. Y pude ver cómo se sentía,  y pude comprobar lo fácil que era hablar con esa persona impenetrable cuando se abría por la mitad. Y sacamos conclusiones sobre casa. Y sentí por primera vez lo que era tener un hermano adulto, sentí que era la primera vez que charlábamos tanto.

Y no quería que la noche se termine, porque ayer a la noche fui feliz. No dudo en decir que, sin dudas, fue una de las mejores noches de mi vida. 

Porque de eso se hace... de eso se trata. De esos pequeños momentos de magia que logramos armar cuando nos damos cuenta que las cosas que realmente importan están sucediendo en ese instante.

Ojalá descubran las suyas,

TW

jueves, 17 de marzo de 2011

17 de Marzo

Hoy me dio mucha pero mucha bronca porque me quedé dormida y no fui al Instituto. Primera semana y ya me la mandé. Me dormí sin más.

De todas formas aproveché para hacer un montonazo de cosas, y eso estuvo bueno.

Tuve que salir del encierro laboral para hacer dos reuniones que me pedían los extranjeritos, y volvió a pasar eso que me pasa siempre que me reúno: Gente copadísima proponiéndome hacer cosas monstruosas y copadísimas. Pero ahora conmigo queriendo huirle a todo lo que sea megaproyecto, feliz con mis ganas de vender peluches por Mercado Libre con tal de no hacer nada grandioso.

Salí y me fui a reunirme con la gente del Gobierno de la Ciudad, salí y me fui a ver a otra chica por un proyecto de educación.... no sin antes quedarme paralizada en el subte por pensar que el destino me cruzó con la persona a la que estoy intentando ayudar, sin conocerla y sin que me conozca. No se si era él, pero la cara de "vi un fantasma" que pusimos los dos fue demasiado fuerte para ser real. Y ambos huimos, porque medium que huye sirve para otra misión.

Me fui a cenar a casa de las chicas y charlamos un montonazo. 

Me fui a dormir feliz, pero con la angustia de que alguien me esté llamando y no poder hacer nada para ayudarlo hasta que no aparezca. Dormir está siendo complicado, pero a quién le contás que es porque tenés tus estados atados a los de alguien más, y que no podés manejarlo?

Besos,

TW 

miércoles, 16 de marzo de 2011

16 de marzo

Clases por la mañana, y darme cuenta que definitivamente me copa la Anatomía, la Fisiología, la Microbiología y la Parasitología. Lo dije.

Intentar volver de a poco a cumplir las obligaciones que lamentablemente no me puedo sacar totalmente de encima sobre mi ex mundo.

A la noche, primer día de la materia anual con trabajo de campo y un grupo de compañeritos bastante copado. Me tocó cursar con ese-morochito-buenaonda-quesiempre-crucépor-lafacultad y pegamos muy buena onda.

Salí y me banqué la otra materia de 21 a 23 hs también, por lo que me fui a casa tarde tarde.

Bueno, día agitado, estudiantil pero copado.

En fin, me voy yendo a dormir, pero estuvo super.

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martes, 15 de marzo de 2011

15 de marzo

Clase a la mañana, es MUY gracioso volver a tener "formación cristiana" luego del quiebre que se produjo entre mi salida del secundario portando la bandera papal y 11 años de sociales.

Volví para casa, fui a la facu a la tarde. El profe es un copado, definitivamente. Lo que nos ha hecho reir, lo que nos ha hecho llevadera la clase no tiene nombre. Y encima en una materia jodida como es esa. No se si será mi desborde de optimismo o qué pero pienso que la puedo llevar.

Día lindo. Hoy nuevamente volví a ser feliz con las pequeñas cosas que me voy sabiendo armar. Gracias por eso.

Tan

lunes, 14 de marzo de 2011

14 de Marzo: Otras formas de volver

Si la gente me hubiera visto, hoy a la mañana, caminando con una sonrisa de oreja a oreja hacia la parada del colectivo, bien podría haber pensado que estaba loca.

Ayer a la noche casi que no pude dormir, entre nervios, sismos y otras cosas. Sentía como que hoy era el primer día. Un nuevo primer día.

Los últimos 7 años de mi vida, el comienzo del año académico transcurría como algo más. En algún momento salía de la oficina, silenciaba los 3 celulares al llegar al aula -tarde, siempre tarde- y sufría por las horas que me hubiera anotado a cursar.

Hoy, sin embargo, fue diferente. Estuve todos estos días esperando que empiece el año estudiantil para... para... sentir que hacía algo.

Realmente, luego de haber pasado 7 años trabajando entre 12 y 16 horas por día, estar todo el día sin hacer nada no es lo más reconfortante.

La cuestión es que hoy arranqué mi pequeña Tecnicatura de salud, que me ayudará a aguantar lo que queda de la Licenciatura Ubística que no me banco, y a la tarde veo si me voy a la UBA ya.

Hoy fue un día extremadamente feliz.

He dicho.

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domingo, 13 de marzo de 2011

13 de marzo: Mañana




Se que lo importante es el hoy. Que es el único día en el que podemos vivir,  el único en el que podemos modificar las cosas, el único, el único, el único.

Pero también se que mañana - a pesar de todo- se dan hechos que marcan que una nueva etapa que hice que suceda comienza para mi. 

Hoy fue mi último día de vacaciones. Si bien mañana no empiezo a trabajar, si comienzan las cursadas. Dos de ellas, una el 28, como para ir dando tiempo a acomodarse. 

Hoy disfruté, de todas maneras. Fue el día de la gula: Disfruté del olor a los ricos cafés que preparé, de la comida que surgió de mezclar lo que encontré entre freezer y heladera, de los sandwiches a la tarde mirando series (repito: Dios bendiga a los creadores de Cuevana.)

Hoy disfruté del olor a bambú en los pisos de casa
de hacer cosas vanales
de darme algo de espacio para sentirme cómo me siento
de tener noticias de mi maestra otra vez y confirmar que todos los "conectados" del mundo nos sentimos de pelos con los sismos.

Hoy fue un gran día, segundo de un finde que tranquilizó y aquietó para lo que se viene. Si alguien pudiera entender le imagen de esa foto, ese es mi momento. Ese es EXACTAMENTE mi momento. 
(Saliendo de que voy a ser la nueva Cristina Yang, empezando por lo que arranco mañana y siguiendo por Medicina, si Dios quiere, el año que viene. Hasta no ser Cirujana Cardiotoráxica no paro. He dicho.)

Abrazos, entonces

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