martes, 18 de enero de 2011

18 de enero: Con la frente marchita

Hoy volví a la casa de la vieja. Le traje la carta y empecé mi plan de ser su apoyo y no un estorbo. Está triste pobre. Este viernes se van a Mar del Plata con la tía. Y si bien podría ir, paso.

Hoy vine temprano al pueblo, porque tenía  turno con el médico de los pies, a ver si me opera. Obvio que hoy solamente pude obtener la orden para las placas. Lamentablemente, para una de ellas, tengo que casi no comer por dos días. Justo estos días, que vengo con hambre. Empiezo mañana y el viernes voy a hacerme el estudio bendito.

Trabajé bastante a la tarde, lo que me alegró. Estos días no estuve tan tildada.

Decidí no pagar el curso de Matemática y Química. Jugármela a  cursarla en el primer cuatrimestre, o presencial o por UBA XXI y luego ver cómo sigo.

Me está costando estudiar. Me cuesta concentrarme, la puta.

Hace un ratito hablaba con Joaco y llegó mi hermano y me saludó. Así. Bien. No me lo esperaba, pero qué alivio.

Sigo avanzando con cosas, nos vemos luego.

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