viernes, 4 de febrero de 2011

4 de Febrero

Si bien no me levanté "tarde" me levanté mucho más tarde de lo que hubiera debido. Cuando hablo de deberes no es porqué me ponga tareas pelotudas en la cabeza o en la task list, sino simplemente porque estaría muy bueno que estudie, para poder rendir, para poder avanzar en la carrera con fines tan poco románticos como sacármela de encima. No más que eso. Porque ya no la banco más, simplemente. 

Ayer me había llamado Gastón, mi jefe político, diciéndome que quería que hoy nos juntemos a charlar porque necesitaba que le de una mano. 

Nos juntamos en su oficina a las 14-30 hs, y me dijo que me necesita porque va a candidatearse a intendente en cierto municipio de Buenos Aires y quiere que le arme toda la campaña.

Por un lado está bueno: Ver una campaña de adentro, manejarme en ese ámbito para ver cómo se llevan en realidad, trabajar para él y volver a recuperar ese lazo de "somos buenos en lo que hacemos juntos", acercarme un paso más a la política. Está bueno.

Pero por otro sigo sintiendo que sigo poniendo lo mejor de mi, canalizando mis energías a proyectos de los demás, a hacer brillar a los demás, a dar protagonismo a los demás mientras que yo sigo siendo alguna de las extras en la foto, si es que salgo, o la buena piba que ayuda a los hijos del poder a hacer política.

Ayer Amiga Poeta me mandó un mensaje diciéndome "me seleccionaron para tal convocatoria, vos me enseñaste a confiar" y yo dije pucha... esa es la pelea, ahí está la lucha. Y no en solamente sumarle porotos a otros proyectos.

A veces tengo miedo de nunca poder soltar la mano de la gente que me hace creer que sin ellos no puedo, cuando tengo una gran leve sospecha de que si puedo armar mis propios equipos y salir a la cancha.

Eso.

TW

No hay comentarios:

Publicar un comentario