jueves, 10 de marzo de 2011

10 de marzo: Esa que soy

Hoy cuando salía del médico iba caminando por una vereda llena de gente. Muy pero muy llena de gente.
Iba caminando tranquila. Acalorada. Pensando. Como siempre.

Costaba avanzar en esa vereda porque, realmente: Había mucha gente.

De repente, pasando delante de una clínica, una viejita, muy viejita, alta y elegante, con las piernas vendadas, parada inmóvil intentando esquivar a tanta pero tanta gente me busca con la mirada, y me dice: ¿Vos podrías ayudarme a bajar el cordón de la vereda? Es que estoy muy lastimada, y tengo estas vendas. Y tengo miedo.

Le dije que obvio que si, se me tomó del brazo, la tomé de la mano y la ayudé a bajar a la calle. Le pregunté si quería un taxi pero me dijo que no, que ya estaba, entonces me fui.

Agradecí a Dios la posibilidad de poder ayudarla pero a la vez, mientras caminaba, pensaba. Una vez más. Como siempre. Me quedé pensando.

Repetí demasiadas veces desde que comencé a escribir que había mucha gente en esa vereda. Y ella estaba parada, como esperando. Y de todas esas personas, a las que miraba pasar, me esperó a mi. Me miró y me esperó a mi para pedirme ayuda.
¿Por qué me esperó a mi?
¿Tengo algo, en la cara, que dice algo? ¿Que dice qué? 
¿Por qué cuando miran las fotos de una mesa de 15s, o casamientos, dicen "qué cara de buena que tiene esa chica", entre la pila de gente que sonríe?
¿Qué hace que yo me vea como esa que parece que soy?

Y acá estoy... preguntándome... aunque sepa que nadie va a responderme.

Besos,

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